Jueves
17 de Diciembre del 2015
El
número de estadounidenses que presentó pedidos de beneficios por desempleo la
semana pasada cayó desde máximos de cinco meses, lo que apunta a un impulso
sostenido del mercado laboral que podría dar pie a más alzas de tasas de
interés de la Reserva Federal.
La
nueva señal de fortaleza subyacente de la economía se produce un día después de
que el banco central estadounidense aumentó el rango meta de su tasa de interés
clave en 25 puntos base a entre 0,25 y 0,50 por ciento, el primer incremento en
casi una década.
"El
mercado laboral sigue ajustado, con demanda de trabajadores y sitios donde hay
escasez (de empleados) en muchas industrias. La Fed ha alcanzado la parte del
empleo de su mandato doble y esto es lo que llevó ayer (miércoles) al despegue
de las tasas", dijo Chris Rupkey, economista jefe de MUFG Union Bank.
Los
pedidos iniciales de beneficios estatales por desempleo bajaron en 11.000 a una
cifra ajustada estacionalmente de 271.000 para la semana que terminó el 12 de
diciembre, dijo el jueves el Departamento del Trabajo.
Se
trató de la cuatrigésima primera semana en que los pedidos estuvieron bajo la
marca de 300.000, un umbral asociado a condiciones laborales robustas. Es la
racha más larga desde inicios de la década de 1970.
El
promedio móvil de cuatro semanas de las solicitudes, considerado una medición
más exacta de la tendencia del mercado porque elimina la volatilidad generada
semana a semana, bajó en 250 a 270.500 la semana pasada.
A
pesar del impulso del mercado laboral, el sector de manufacturas parece no
tener respiro, al haber sido golpeado por el ascenso del dólar, profundos
recortes de gastos de las empresas energéticas, la débil demanda mundial y los
esfuerzos de las compañías por reducir el exceso de inventarios.
Otro
reporte publicado el jueves indicó que una medición de la actividad fabril en
la Costa Este de Estados Unidos cayó a -5,9 este mes desde la cifra de 1,9 por
ciento vista en noviembre. El dato divulgado por la Reserva Federal de
Filadelfia marcó la tercera lectura negativa en cuatro meses.
Las
fábricas en la región reportaron que las nuevas órdenes siguieron cayendo este
mes, aunque hubo un incremento de envíos.
En
tanto, la fortaleza del dólar ayudó a hundir el déficit de cuenta corriente en
el tercer trimestre a su peor nivel en casi 7 años, según un reporte del
Departamento del Comercio.
El
déficit de cuenta corriente, que mide el flujo de bienes, servicios e
inversiones dentro y fuera del país, aumentó un 11,7 por ciento a 124.100
millones de dólares, la mayor brecha desde el cuarto trimestre del 2008.
El
déficit representó un 2,7 por ciento del Producto Interno Bruto, la mayor
proporción desde el segundo trimestre del 2012 y un ascenso frente al 2,5 por
ciento visto en el segundo periodo del año.
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