Viernes
12 de Junio del 2015
Altos
cargos de la UE han abordado formalmente por primera vez un posible impago de
la deuda de Grecia mientras las negociaciones entre Atenas y sus acreedores se
han estancado antes de un plazo límite a finales de este mes.
Los
representantes de los gobiernos, que preparan la reunión para la próxima semana
del Eurogrupo de ministros de Finanzas de la zona euro, concluyeron en sus
negociaciones en Bratislava el jueves que había tres posibles escenarios para
lo que podría pasar en Grecia a finales de junio. El menos probable, según
ellos, es éxito de un acuerdo de dinero por reformas para la próxima semana a
tiempo para cumplir con la fecha límite legal de junio.
La
segunda opción más probable era una extensión del actual programa de rescate,
que vence este mes a la vez que Grecia debe pagar 1.600 millones de euros al
FMI. La tercera -- debatida formalmente por primera vez a tal nivel en la UE --
era aceptar que Grecia podría suspender pagos.
La
reunión no alcanzó una conclusión ni una decisión concreta.
La
mayoría argumentó que era improbable que los acreedores alcancen un acuerdo
sobre las reformas con Atenas a tiempo para desembolsar los 7.200 millones de
euros que siguen disponibles para Grecia dentro del programa de rescate ampliado
en febrero por cuatro meses adicionales.
"Requeriría
en cuestión de días lo que no ha sido posible en semanas. La reacción del BCE,
el FMI y varios estados miembros fue extremadamente escéptica", dijo el
viernes una fuente conocedora de las conversaciones.
El
representante griego en la reunión dijo que Atenas haría lo necesario para
alcanzar un acuerdo a tiempo, según otros responsables. Eso supone que haya un
acuerdo a tiempo para el Eurogrupo cuando se reúna en Luxemburgo el 18 de
junio.
Pero
los responsables dicen que incluso entonces, el desembolso de préstamos a
Atenas para el 30 de junio sería muy difícil por el tiempo que se necesita para
finalizar todos los procedimientos legales necesarios.
Por
ello, su segundo escenario era la extensión del actual rescate para mantener
los 7.200 millones de euros y otros 10.900 millones de euros para la
recapitalización de la banca griega que estarán disponibles para Atenas cuando
se alcance el acuerdo.
El
dinero de otro modo desaparecerá y sería necesario un nuevo acuerdo de rescate
para asegurar más financiación.
Se
abordaron varias ampliaciones de plazos, que variaban desde unas semanas hasta
final de año o incluso finales de marzo de 2016, para alinear el programa de la
zona euro con el final del programa de rescate del FMI para Grecia.
Una
extensión de este tipo supondría imponer más condiciones sobre Grecia que
podrían suponer el desembolso de fondos en tramos conforme se cumplieran las
condiciones.
No
obstante, los representantes de algunos gobiernos de la zona euro creen que los
países deberían prepararse para un tercer escenario: el de una suspensión de
pagos griega.
"Por
primera vez hubo una discusión de un "plan B" para Grecia", dijo
un segundo alto cargo. Otros dos responsables confirmaron que dicho debate tuvo
lugar.
Hasta
el momento los altos cargos de la zona euro han evitado discutir una
posibilidad de este tipo, incluso en conversaciones a puerta cerrada como la
del jueves, aunque algunos gobiernos, entre ellos Alemania, han estado
preparando uno propio.
La
discusión fue muy teórica porque el escenario de que un país de la zona euro
suspenda pagos dentro de la unión monetaria no tendría precedentes. No hubo
conclusión en la reunión.
Pero
los responsables dijeron que dicho escenario casi con total seguridad
implicaría que Grecia impusiera controles de capital para evitar una fuga de
capitales y también podría suponer la emisión de pagarés por parte de Atenas
como medio alternativo de pago.
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