Viernes
11 de Septiembre del 2015
Los
ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro discutirán, sin que se
espere la toma de ninguna decisión, la situación en Grecia a apenas una semana
de las elecciones que celebra el país y darán su visto bueno a la marcha del
rescate a Chipre.
Esta
será la primera reunión de Juliarakis como ministro heleno, aunque el sustituto
de Euclides Tsakalotos no es un desconocido para sus socios dado que era el
negociador del Gobierno de Alexis Tsipras con las instituciones en el conocido
como Grupo de Bruselas.
La
eurozona espera una rápida de formación de Gobierno heleno y rechaza que haya
nada similar a un "plan B" por si el Ejecutivo elegido rechazara los
compromisos sellados.
Igualmente
espera que la primera revisión del tercer rescate dé comienzo en octubre. Hay
varias cuestiones conectadas con este ejercicio.
La
primera es el resultado de la negociación que se lleva a cabo durante estas
revisiones, que orientan cómo se van aplicando las condiciones del Memorando de
Entendimiento, una "cosa viviente que va cambiando en cada revisión",
según las fuentes.
La
segunda es la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el
tercer rescate a Grecia, aún por decidir y definir.
En
paralelo, pero estrechamente relacionada con la revisión, se esperan las
conversaciones sobre las posibles medidas para aliviar la deuda helena, una
discusión que, aunque a nivel técnico no entraña una gran complejidad a nivel
político es muy controvertida.
El
Eurogrupo también será informado sobre la séptima revisión del programa de
medidas y ajustes asociado al rescate a Chipre, que fue finalizada con éxito en
la segunda mitad de julio, por lo que se espera que los ministros den su visto
bueno sin mayores problemas a la revisión.
Esto
será un paso más para que Chipre reciba un nuevo desembolso de 500 millones de
euros, una vez que se hayan completado los procedimientos necesarios, lo que se
espera suceda a principios de octubre.
Además,
Chipre está a la espera de recibir otros 124 millones de euros de la parte que
corresponde al FMI del rescate.
Por
otra parte, los Diecinueve mantendrán un intercambio de opiniones sobre la
situación general de la economía de la zona del euro, en la que abordarán
cuestiones como los acontecimientos vividos en China, la volatilidad de los
mercados o las discusiones del G20.
También
continuarán las discusiones temáticas sobre reformas estructurales que desde
hace meses han puesto en marcha los ministros, que se centrarán una vez más en
la carga impositiva al trabajo.
Finalmente,
habrá una "corta discusión sobre algunos aspectos de la Unión
Bancaria", explicaron las fuentes.
Sobre
la mesa está la aplicación de la directiva sobre reestructuración y resolución
bancarias, que entró en vigor el 1 de enero de 2015 y cuyos procedimientos de
recapitalización interna serán aplicables a partir del 1 de enero de 2016, y la
puesta en marcha del fondo único de resolución bancaria de la eurozona.
Existe
"cierta presión para la ratificación del acuerdo intergubernamental
(fundamental para el funcionamiento del fondo único de resolución bancaria) y
para la transposición de la directiva", dijeron.
En
los márgenes del encuentro se reunirán también los once países que se
comprometieron a implantar una tasa a las transacciones financieras, un
gravamen que se preveía introducir en 2016 pero que sufrirá retrasos debido a
la incapacidad de los socios de cerrar un acuerdo sobre complejas cuestiones
técnicas.
El
proyecto de esta tasa involucra a Alemania, Francia, Italia, España, Eslovenia,
Austria, Portugal, Eslovaquia, Grecia, Estonia y Bélgica.
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