Lunes
22 de junio de 2015
Ministros
de Finanzas de la zona euro acogieron el lunes con beneplácito una nueva
propuesta griega para llegar a un acuerdo que le otorgue liquidez a cambio de
reformas económicas, pero dijeron que necesita de un análisis detallado y que
tardará días determinar si puede llevar a un pacto que evite una suspensión de
pagos del endeudado país.
Los
ministros acordaron reunirse nuevamente esta semana, después de que Grecia haya
informado de los detalles a sus acreedores internacionales: la Comisión
Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las
expectativas en los mercados financieros crecieron después de que altos cargos
aceptaron por primera vez que las propuestas de reformas de Atenas eran una
base "razonable" para negociar un acuerdo en que sus acreedores, la
Unión Europea y el FMI, entreguen ayuda financiera a cambio de reformas
económicas.
Sin
embargo, Alemania, el mayor contribuyente a los programas de rescate, advirtió
que una reunión de líderes de la zona euro en Bruselas sólo puede ser "una
cumbre consultiva", sin que haya acuerdos técnicos.
La
canciller alemana, Angela Merkel, indicó que cualquier acuerdo puede tardar
días y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, dijo que no había visto
nada nuevo en la presentación de Atenas.
Grecia
debe pagar 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) el 30
de junio, lo que probablemente no consiga sin la ayuda de sus acreedores.
Tras
meses de amargura, acusaciones y de dimes y diretes, el ánimo mejoró en
Bruselas, la sede del ejecutivo de la Unión Europea, donde se abrigaban nuevas
esperanzas de que el tan ansiado acuerdo esté cerca.
Las
acciones europeas subían con fuerza y la Bolsa de Atenas ganaba cerca de un 8
por ciento, al mismo tiempo que bajaba la rentabilidad de la deuda de Italia,
España y Portugal, los países que probablemente se verán más afectados en caso
de un "default" griego.
En
la propuesta enviada temprano el lunes, Grecia accedió a considerar las
demandas de los acreedores para que suba impuestos y reforme su sistema de
pensiones. Atenas ofrece aumentar gradualmente la edad de jubilación en Grecia
a 67 años y racionalizar algunas excepciones en el sistema.
La
oferta también establece la tasa principal del IVA en el 23 por ciento,
reservando una tasa reducida del 13 por ciento para la energía y los alimentos
básicos y una tasa excepcional del 6 por ciento para medicinas y libros.
"NADA
NUEVO"
El
primer ministro, Alexis Tsipras, tenía previstas una serie de conversaciones,
entre ellas con el presidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi y la
directora gerente del FMI Christine Lagarde, antes de una cumbre de líderes de
la zona euro prevista para las 1700 GMT.
El
presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, un experimentado
negociador, ofreció a Tsipras una cálida bienvenida en Bruselas, cogiéndolo por
los hombros y dándole unas palmadas en las mejillas.
La
actitud contrasta con el recibimiento a principios de mes, cuando un frustrado
Juncker reprendió a Tsipras por no mantener las "reglas mínimas" de
cordialidad.
Merkel
mantuvo abierta la posibilidad de un acuerdo. "Quedan varios días en la
semana en que se pueden tomar decisiones", dijo a periodistas en la ciudad
de Magdeburg.
Pero
Schaeuble, quien ha mantenido una dura postura frente a Atenas, era pesimista.
"No
hay nada nuevo además de tratar de crear expectativas que no están apoyadas por
los contenidos", dijo. "Sin propuestas sustanciales que puedan ser
revisadas seriamente, no podemos prepararnos seriamente para una cumbre
europea".
Otros
ministros europeos minimizaron también las perspectivas de un acuerdo en la
cumbre del lunes, argumentando que hay muy poco tiempo para examinar la
propuesta.
Sin
embargo, el presidente francés, Francois Hollande, dijo antes de dejar París
hacia Bruselas que aunque la cumbre de líderes no llegue a un acuerdo
inmediatamente, "se necesita establecer las bases para que se llegue a un
trato en los próximos días".
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