Jueves
25 de febrero de 2016
La
Bolsa de Shanghái, principal indicador de los parqués chinos, se hundió un 6,41
por ciento (187,65 puntos) al cierre de sesión, y acabó en 2,741,25 enteros.
El
otro parqué del continente chino, la Bolsa de Shenzhen, también cayó un 7,34
por ciento (756,55 puntos), y quedó en 9.551,08 enteros.
Las
bolsas chinas arrancaron la jornada con pérdidas de en torno al 0,20 por
ciento, y aceleraron su descenso tras el parón de la mañana.
El
descalabro se produce después de varias jornadas de subidas o leves caídas y en
un momento en el que el Gobierno chino se esfuerza por transmitir un mensaje de
calma ante la volatilidad de sus parqués.
Bernard
Aw, un analista de la firma financiera IG, descartó que hubiera "factores
claros" para la caída de las bolsas chinas, si bien consideró en
declaraciones a Efe que los inversores podrían haberse anticipado a las
"noticias negativas" que saldrán de la reunión financiera del G20 que
empieza mañana en Shanghái.
Los
ministros de Economía y Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de
las veinte principales economías desarrolladas y emergentes del mundo
participarán en el encuentro en Shanghái, centro de las turbulencias bursátiles
chinas que han sacudido los parqués de medio mundo.
No
obstante, para Michele Geraci, director de un programa de política económica de
China de la Universidad de Nottingham en la ciudad china de Ningbo (este), la
reunión del G20 es sólo una excusa.
"Saben
que el precio es alto y tienen que encontrar una excusa para que baje",
explica a Efe Geraci, quien considera que en los últimos meses las bolsas
chinas viven un proceso cíclico con períodos de calma y caídas para corregir
ese sobreprecio, y se mostró sorprendido por la tardanza de esta caída, que él
ya predijo la semana pasada.
El
hundimiento de hoy se produce además poco después de que el Gobierno chino
destituyera al presidente del regulador bursátil del país, Xiao Gang, el pasado
fin de semana, después de que Xiao fuera centro de fuertes críticas por la
gestión de la crisis bursátil de las bolsas el pasado verano y las turbulencias
vividas este enero.
En
opinión de Geraci, la destitución de Xiao no afecta a los parqués chinos,
aunque considera que son buenas noticias ya que evidencia que el Ejecutivo
reconoce errores.
Sin
embargo, ninguno de los dos expertos espera grandes cosas de este nuevo
nombramiento.
"La
reacción inicial al nombramiento del nuevo presidente del regulador bursátil es
positiva, ya que los inversores sienten que pueden esperar nuevas medidas que
puedan apoyar a los mercados locales. No obstante, la experiencia de Liu
(Shiyu, el nuevo presidente) y el anterior presidente es similar", dice el
analista Aw.
"Ambos
vienen de bancos de propiedad estatal y tienen experiencia en el banco central,
así que es lógico preguntarse si de éste (Liu) surgirán medidas mejores e
innovadoras".
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