Viernes
26 de febrero de 2016
La
Bolsa de Shanghái, principal indicador de los parqués chinos, cerró hoy con
ganancias del 0,95 por ciento, un repunte considerable tras cerrar el jueves la
jornada con una caída del 6,41 por ciento, lo que vuelve a poner de manifiesto
la volatilidad de las bolsas del país.
Así,
cerró la semana en 2.767,21 puntos, mientras que el segundo parqué del país, el
de Shenzhen, siguió la estela positiva y sumó un 0,24 por ciento al final de la
sesión, hasta 9,573,7 enteros.
Analistas
consultados por Efe descartaron que el descalabro de ayer se debiera a
"factores claros" y lo asociaron más a una anticipación del mercado a
las "noticias negativas" que podrían salir de la reunión financiera
del G20 que empezó hoy en Shanghái.
Los
ministros de Economía y Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de
las veinte principales economías desarrolladas y emergentes del mundo participarán
en el encuentro en Shanghái, centro de las turbulencias bursátiles chinas que
han sacudido los parqués de medio mundo.
El
gobernador del Banco Popular de China (central), Zhou Xiaochan, quiso mandar
hoy un mensaje positivo y aseguró hoy en los márgenes de la reunión que la
dirección de las reformas impulsadas por el banco central "está
clara" y se orienta hacia el mercado.
Por
su parte, el exsecretario del Tesoro de Estados Unidos Henry Paulson afirmó que
el país anfitrión de la reunión del G20 se encuentra bajo el escrutinio de los
mercados porque las turbulencias que ha experimentado en los últimos meses han
creado dudas sobre el futuro de su economía.
"Los
mercados reaccionan a la volatilidad en todas partes. Y francamente, el tamaño
de China y la amplitud de los retos que afrenta significan que lo que pase aquí
será magnificado. No debería sorprendernos que los mercados sean tan sensibles
a lo que está pasando en China", declaró Paulson.
Durante
la semana, el índice de Shanghái ha bajado un acumulado del 3,24 %.
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