Martes
19 de Enero Del 2016
La
economía de China creció un 6,8 por ciento en el cuarto trimestre frente al
mismo período del año previo, en línea con las expectativas y a su ritmo más
lento desde la crisis financiera global, lo que aumenta la presión sobre Pekín
para que aplique más medidas de estímulo ante los temores de una ralentización
más severa.
Los
líderes chinos han luchado por frenar el enfriamiento de la actividad, en
momentos en que un nuevo desplome de los mercados bursátiles y la moneda del
país han provocado temores de que las condiciones en la segunda mayor economía
del país podrían estar deteriorándose con rapidez.
China,
un importante motor del crecimiento global en los últimos años, ahora atraviesa
por una desaceleración prolongada, lastrada por unas débiles exportaciones, un
exceso de capacidad industrial, un enfriamiento de la inversión y un débil
mercado inmobiliario.
Analistas
consultados por Reuters habían estimado que el Producto Interno Bruto (PIB) de
la segunda mayor economía mundial habría crecido a una tasa de un 6,8 por
ciento interanual en el cuarto trimestre, una desaceleración frente al 6,9 por
ciento interanual del tercer trimestre.
La
cifra representa la menor expansión desde el primer trimestre del 2009, cuando
el crecimiento se desaceleró a un 6,2 por ciento.
La
expansión de la economía en el 2015 fue de un 6,9 por ciento, casi en línea con
la meta del Gobierno en torno a un 7 por ciento, pero esta fue la menor tasa de
crecimiento en un cuarto de siglo. Economistas proyectaban un crecimiento de un
6,9 por ciento.
Analistas
consultados por Reuters esperan que la economía pierda más impulso este año y
proyectan que el crecimiento se ralentizará a un 6,5 por ciento, incluso si
Pekín aumenta el gasto fiscal y recorta las tasas de interés nuevamente, como
muchos lo anticipan.
Algunos
expertos del mercado creen que los niveles de crecimiento real podrían ser más
débiles de lo que sugieren las cifras oficiales, poniendo en riesgo a la frágil
economía global.
La
producción industrial creció un 5,9 por ciento en diciembre respecto al año
previo, incumpliendo las estimaciones de un aumento de un 6,0 por ciento,
desacelerándose frente a la expansión de un 6,2 por ciento de noviembre.
Las
ventas minoristas subieron un 11,1 por ciento interanual en diciembre, pero la
cifra fue inferior al 11,3 por ciento previsto por el mercado y al 11,2 por
ciento de noviembre.
La
inversión en activos fijos, un motor clave de la economía, creció un 10,0 por
ciento interanual en diciembre, también por debajo de las expectativas de
analistas que esperaban un aumento de un 10,2 por ciento, la misma tasa que en
los primeros 11 meses del 2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario