Jueves
10 de Diciembre del 2015
Enfrentada
a importantes desafíos, la economía mundial crecerá este año menos de lo
previsto y mejorará muy levemente en 2016 y 2017, según las previsiones
publicadas hoy por Naciones Unidas.
La
organización revisó a la baja sus anteriores expectativas y vaticina que el año
se cerrará con un crecimiento global del 2,4 %, consecuencia sobre todo de una
clara ralentización en las economías en desarrollo y transición.
Entre
ellas, destaca la contracción del 3,8 % que la ONU espera en Rusia (0,8 puntos
porcentuales peor de lo que vaticinaba hace seis meses) o la del 2,8 % que
prevé en Brasil (un empeoramiento de 1,7 puntos con respecto a su anterior
informe).
La
bajada de los precios de las materias primas ha golpeado especialmente a las
economías en desarrollo, sobretodo en Latinoamérica, pero Naciones Unidas
espera que esa situación se corrija progresivamente en los próximos años.
El
crecimiento a escala mundial, sin embargo, seguirá siendo muy moderado, con una
previsión del 2,9 % para 2016 y del 3,2 % para 2017.
El
próximo año, las economías desarrolladas crecerán un 2,2 %, superando por
primera vez la barrera del 2 % desde 2010 gracias a los progresos en Estados
Unidos y en la zona del euro.
Dado
el esperado frenazo en China y los problemas en otras economías emergentes, la
organización destaca que el eje del crecimiento a escala global está volviendo
parcialmente a las economías más ricas.
En
Rusia, mientras tanto, se espera un crecimiento cero, antes de que la economía
del país avance un 1,2 % en 2017.
Mientras
tanto, los países en desarrollo avanzarán el año próximo un 4,3 % (0,6 puntos
porcentuales menos de lo previsto hace seis meses), consecuencia en gran parte
de una fuerte revisión a la baja de las expectativas en Latinoamérica.
En
una conferencia de prensa, el jefe de la unidad de Control de la Economía
Global en el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, Hamid
Rashid, aseguró que la región sufre sobre todo por el desplome de los precios
de las materias primas y la ralentización del crecimiento en China.
"La
mayoría de los países tendrán que centrarse en estrategias para diversificar
sus economías y aprovechar la situación. A veces los bajos precios de las
materias primas pueden ser una ventaja y empujar a las economías a buscar otros
sectores", explicó.
La
ONU recuerda que el precio del petróleo se ha desplomado más de un 55
% desde mediados de 2014 y, aunque no espera que siga cayendo, sí vaticina que
se mantendrá en niveles bajos dado el exceso de oferta.
El
informe elaborado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la
ONU identifica cinco grandes factores negativos en la economía global,
empezando por las persistentes incertidumbres macroeconómicas, algo que podría
aliviarse conforme se vaya conociendo el ritmo de la normalización monetaria en
EE.UU.
También
llama la atención sobre los bajos precios de las materias primas y la reducción
del comercio, sobre la creciente volatilidad en las tipos de cambio y sobre la
falta de progresos en las inversiones y la productividad.
Por
último, subraya el riesgo de una continuada desconexión entre las actividades
del sector financiero y la economía global.
Todos
esos factores hacen prever un crecimiento muy moderado, que según la ONU puede
tener un claro impacto en los esfuerzos globales por erradicar la pobreza.
En
el apartado positivo, el informe destaca que las emisiones de CO2 vinculadas a
la energía no crecieron en 2014 por primera vez en 20 años -con la excepción de
2009, cuando la economía mundial se contrajo- y apunta a que eso sugiere que se
está comenzando a ver una "desvinculación" entre el crecimiento
económico y el aumento de las emisiones.
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