Miércoles
16 de Septiembre del 2015
Los
precios minoristas de Estados Unidos bajaron imprevistamente en agosto al
reanudar su caída el costo de la gasolina y por un dólar más fuerte que contuvo
los precios de otros productos, lo que apunta a una inflación tibia que
complica la decisión de la Reserva Federal sobre un alza de las tasas de
interés.
El
Departamento de Trabajo dijo el miércoles que su índice de precios al
consumidor cayó un 0,1 por ciento, la primera baja desde enero, tras subir un
0,1 por ciento en julio. En los 12 meses a agosto, el IPC subió un 0,2 por
ciento, tras un avance similar en julio.
Las
señales de reafirmación de la tendencia de desinflación contrastan mucho con el
estado bastante saludable de la economía y el rápido ajuste del mercado
laboral, y ponen de relieve el dilema que enfrentan las autoridades de la Fed
mientras evalúan un alza de tasas por primera vez en casi una década.
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