Lunes
28 de Septiembre del 2015
El
gasto del consumidor estadounidense se incrementó con fuerza en agosto y una
medición clave de la inflación se afirmó levemente, cifras que destacan una
fortaleza de la economía que podría llevar a la Reserva Federal a elevar sus
tasas de interés a pesar de la debilidad de los mercados en el exterior.
El
Departamento del Comercio dijo el lunes que el gasto del consumidor sumó 0,4
por ciento, luego de registrar un alza revisada de 0,4 por ciento en julio. Las
lecturas ofrecen una señal alentadora del crecimiento económico del tercer
trimestre.
"Estos
datos destacan la salud robusta del sector del consumidor", dijo John
Hoff, economista de RBS Securities.
El
reporte podría ayudar a convencer a los inversores del argumento de la
presidenta de la Fed, Janet Yellen, respecto a que la economía de Estados
Unidos es lo suficientemente fuerte como para soportar un alza de tasas este
año.
El
presidente de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley, dijo el lunes
que también ve probabilidades de que el aumento de tasas ocurra este año,
incluso quizás durante la reunión de octubre de los funcionarios del banco
central.
Los
inversores se han mostrado poco asertivos en sus expectativas y muchos esperan
que el primer aumento de los tipos de interés de la Fed no se produzca sino
hasta marzo.
Pero
el dólar avanzaba tras el reporte del gasto del consumidor, al igual que los
rendimientos de la deuda del Gobierno, reflejando que algunos inversores
estaban adelantando sus expectativas sobre el ajuste de la política monetaria.
Economistas
encuestados por Reuters habían previsto que el gasto del consumidor subiría un
0,3 por ciento el mes pasado. El gasto del consumidor representa más de dos
tercios de la actividad económica estadounidense.
Se
trata del último indicio de que la economía está ganando impulso, en contraste
con las turbulencias en los mercados financieros globales generadas por la
preocupación en torno a la desaceleración brusca de la economía de China.
El
escenario externo llevó a la Fed a aplazar la prevista alza de las tasas de
interés durante su reunión de este mes.
La
economía estadounidense se expandió un 3,9 por ciento anual en el segundo
trimestre. El mes pasado, el gasto en bienes duraderos, como automóviles, se
incrementó en un 0,9 por ciento. El gasto en otros servicios, como la
electricidad, sumó un 0,5 por ciento.
En
tanto, los ingresos personales subieron un 0,3 por ciento en agosto.
La
inflación general siguió sin cambios, afectada por los bajos precios del crudo.
La inflación, que se ha ubicado consistentemente por debajo del objetivo de la
Fed de 2 por ciento en términos anualizados, avanzó apenas 0,3 por ciento en
agosto respecto al mismo mes del año anterior.
Sin
embargo, los precios aumentaron un 1,3 por ciento cuando se excluyen los
alimentos y la energía, una medición clave usada por la Fed para calcular la
tendencia inflacionaria. En julio, los precios subyacentes sumaron un 1,2 por
ciento en la comparación año a año.
Pero
pese a las señales positivas sobre el gasto del consumidor, el mercado
inmobiliario pareció perder tracción el mes pasado, ya que los contratos para
comprar casas usadas en Estados Unidos bajaron un 1,4 por ciento.
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