Miércoles
23 de Septiembre del 2015
El
presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, aseguró hoy ante un
contexto macroeconómico "más desafiante" que la entidad se mantiene
vigilante y que actuará si es necesario adoptando más medidas monetarias,
aunque de momento Fráncfort se tomará su tiempo para analizar la situación.
Ante
la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara, Draghi recordó
que este mes el BCE ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento y de
inflación, dado que ahora se espera una "recuperación más débil y un
aumento de la inflación más lenta", que la mantendrá en torno a cero a
corto plazo.
El
banquero italiano apuntó al menor crecimiento en las economías emergentes, la
caída de los precios de petróleo y de las materias primas y al
fortalecimiento del euro como las "principales causas" de este
empeoramiento de la situación, que conlleva la emergencia de nuevos
"riesgos a la baja" para el crecimiento.
"Respecto
a varios de estos cambios, es muy pronto para juzgar con suficiente confianza
si van a causar desvíos duraderos en la trayectoria que esperábamos (...)
cuando decidimos expandir nuestro programa de compra de activos en enero",
apuntó.
Por
ello, el presidente del BCE aseguró que "es necesario más tiempo para
determinar en particular si la pérdida de impulso en los mercados emergentes es
de naturaleza temporal o permanente".
Además,
Fráncfort necesita margen para "analizar las fuerzas impulsoras que se
encuentran detrás de la caída del precio internacional de las materias primas
tras los recientes episodios de turbulencias financieras severas", añadió.
"Vamos
a vigilar toda la información relevante que llegue y su impacto en las
perspectivas de estabilidad de los precios", indicó.
Draghi
advirtió de que si alguno de los riegos que han aparecido en el horizonte
debilitara las perspectivas de la inflación a medio plazo de una manera
"más fundamental", el BCE "no dudaría en actuar".
"El
programa de compra de activos tiene suficiente flexibilidad inherente, vamos a
ajustar su tamaño, composición y duración como sea apropiado si más impulsos
monetarios son necesarios", aseguró.
Durante
su comparecencia, Draghi también aprovechó para defender la necesidad de que se
siga avanzando hacia una mayor integración de la eurozona y, en particular, en
la creación de la Unión Bancaria, que en estos momentos podría sufrir retrasos
ante las diferencias que mantienen los países del euro.
En
concreto, Alemania quiere evitar que nuevos pasos en ese sentido supongan
compartir más riesgos, por lo que exige a sus socios una serie de medidas
complejas antes de aceptar, por ejemplo, la creación de un esquema europeo de
garantía de depósitos bancarios.
Draghi
advirtió de que la recién recuperada "confianza" es clave y que para
mantenerla es necesario asegurar que las "reglas van a ser
respetadas" y que los planes hacia una mayor integración "van a ser
realmente tomadas en serio, tomándose pasos en ese sentido".
"La
confianza también supone confiar en que aquello a lo que uno se ha comprometido
será cumplido, es concreto a completar la Unión Bancaria, que tiene que ser
hecho sin esperar hasta que se lleven a cabo grandes cambios de los
tratados" europeos, subrayó.
En
este contexto, instó también a los países a llevar a cabo reformas para
apuntalar la recuperación económica y que ésta no sea meramente una mejoría
temporal.
"Ciertamente,
para que la recuperación pueda transformarse de cíclica en estructural, los
países tienen que aplicar reformas estructurales. Siempre hemos dicho que la política
monetaria puede ayudar (...) pero no puede hacer todo por si sola".
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