Miércoles
26 de agosto de 2015
El
primer ministro chino, Li Keqiang, confió en que la segunda economía mundial
cumpla con los objetivos económicos que el Gobierno fijó para este año, a pesar
de que admitió que se está viendo afectada por la crisis bursátil global.
Las
palabras del primer ministro chino llegan en medio de una crisis bursátil que
obligó a intervenir el martes al banco central con un "doble recorte"
de tipos de interés y coeficientes de caja para calmar a los mercados.
Las
bolsas chinas, que llegaron a crecer alrededor de un 60 % en la primera mitad
de 2015, ya han entrado en pérdidas anuales y actualmente cotizan en niveles
que no veían desde diciembre pasado.
Li
reconoció que la economía china se ha visto afectada por las turbulencias en
los mercados globales, pero defendió que sus pilares siguen siendo
"estables" y que el gigante asiático va a mantener un ritmo de
crecimiento "razonable".
"Aún
tenemos margen para implementar más políticas macroeconómicas y China tiene un
mercado doméstico enorme", recordó el primer ministro.
Li
también defendió las recientes devaluaciones del yuan adoptadas este mes por el
banco central chino, que llegaron acompañadas de una reforma en el sistema
cambiario, y aseguró que después de esas "mejoras" el tipo de cambio
de la divisa se ajusta más a su valor de mercado.
Tras
esta corrección, añadió el primer ministro, no hay base para una continua
devaluación del yuan.
"Ese
ajuste también fue realizado como parte de los esfuerzos reformistas que China
está llevando", señaló Li, que insistió en que las devaluaciones fueron
consecuencia del desarrollo de los mercados financieros internacionales.
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