Lunes
24 de agosto de 2015
La
caída Wall Street el viernes y de las plazas asiáticas esta madrugada por la
desaceleración de la economía china y su impacto en la actividad mundial han
causado una pérdida media del 5 por ciento a las principales bolsas europeas,
según datos del mercado y expertos consultados.
Casi
todas las principales las plazas europeas registraban las mayores bajadas en
cuatro años, cuando en agosto de 2011 el temor a una nueva recesión arrastró a
los parqués internacionales.
Sin
embargo, algunos mercados, como Londres, que acumula diez sesiones consecutivas
de pérdidas, cosechaba hoy el peor resultado en casi seis años y medio, desde
el comienzo de marzo de 2009, cuando los resultados del HSBC y el anuncio de
que iba a realizar una ampliación de capital hundían a la City.
Por
su parte, Fráncfort y Milán tenían la mayor caída desde el comienzo de
noviembre de 2011, cuando en Grecia se decidió someter el rescate financiero a
la votación en referendum.
Las
bolsas europeas comenzaron la jornada con pérdidas que rondaban el 3 por ciento
y que seguían a los descensos de Wall Street el viernes (este día se conoció
que la actividad industrial china se había contraído en agosto y se situaba en
niveles de casi siete años atrás).
También
en esa jornada se había publicado el empeoramiento del desempeño fabril
estadounidense y el parqué neoyorquino cerró con un descenso superior al 3 por
ciento que se contagió a las plazas asiáticas esta madrugada.
Así,
los parqué asiáticos se desplomaban: Shanghái, el 8,5 por ciento, el mayor
descenso en ocho años; Hong Kong, el 5,2 por ciento, el segundo mayor retroceso
del año, y Tokio, el 4,6 por ciento, la mayor bajada desde mayo de 2013.
La
última medida china para aumentar la liquidez de los mercados financieros,
permitir a los fondos de pensiones invertir en bolsa hasta el 30 por ciento de
sus activos, no servía para frenar el desplome de los parqués asiáticos en esta
jornada.
Resultaban
afectadas por la debilidad de la economía china las empresas exportadoras y de
materias primas, así como petroleras porque el barril de petróleo Brent descendía
hasta cotizar a 42,5 dólares (precio de 2009) en la apertura de Wall Street.
Un
poco antes del comienzo de la sesión del mercado neoyorquino las bolsas del
Viejo Continente registraban sus mayores pérdidas, alrededor del 7 por ciento,
perjudicadas por las negativas previsiones de arranque de las plazas
estadounidenses.
Esto
se fundamentaba en la decisión de las autoridades bursátiles del mercado de
futuros estadounidense, que suspendían su negociación por superar las pérdidas
el 5 por ciento.
La
revalorización del euro, que subía más del 3 por ciento y se aproximaba a 1,17
dólares, también perjudicaba a los mercados europeos, aunque la mengua del
descenso neoyorquino, poco más del 1 por ciento a esta hora, servía para que se
moderara la bajada.
Todos
los sectores del índice Stoxx 600 bajaron al cierre, con recursos básicos a la
cabeza al ceder el 9,25 por ciento, seguidos por petroleras y gasistas con una
caída del 8,11 por ciento, en tanto que las eléctricas cedieron el 6,28 por
ciento.
La
minera británica Glencore comandó las pérdidas de este índice al bajar el 13,02
por ciento, mientras que sus compatriotas la petrolera Tullow Oil y la minera Anglo
American(LONDON:AAL) cedieron el 10,46 y el 9,9 por ciento, respectivamente.
Solo
cuatro compañías de este índice subieron: la firma de ingeniería española
Abengoa (MADRID:ABGek), el 3,34 por ciento; la cementera francesa
LafargeHolcim, el 0,96 por ciento; la aseguradora británica RSA, el 0,75 por
ciento y la filial alemana de Telefónica (MADRID:TEF), el 0,19 por ciento.
Todos
las empresas del índice Euro Stoxx 50, las más capitalizadas de la zona euro,
bajaron, con la eléctrica alemana RWE a la cabeza y un descenso del 9,11 por
ciento, mientras que la reasegurador germana Munich Re registró el menor
descenso, el 1,98 por ciento.
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